No hay estación alguna en que no quepa la telaraña absorta
en el sueño milenario de amar o ser amado.
No hay sentimiento que no duela o nos marque.
Y será la absoluta conciencia de la luz, la que nos salve.
Sumaremos
una historia más de amores lejanos de la vida que crece y se desangra.
Ahora todo duele .
Pero se que llegará el día, que el desasosiego
termine entre las lágrimas y jazmines silenciosos.
Iré dejando por los rincones definitiva mente tu nombre
y estaré dispuesta para los fuegos ciegos
2 comentarios:
Será preciso alcanzar ese estado
en el que sabemos que somos
para abandonar este camino
Y crecer creyendo
que sumaremos voluntades
Si he de ser la pared
por la que trepen tus flores
Te beso
Maravilloso tu poema, Enzina, marivilloso el tuyo, Pi, conmovedodr el dibujo.
Un fuerte abrazo.
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