YO

Yo abro tus entrañas infinitas con mis dedos alocados y me derramas en tu piel enteramente para que la ternura nombre tus días...

TU ERAS

Estan caidos los brazos que una vez te aromaron, mientras transita mi cintura la vorágine que aflige a la memoria... Amor tu eras el que nombraba el alba, la nomenclatura de las fábulas el que me encendía... Más allá de tu ausencia, aún cantan los pájaros.